La gente tiene demasiada prisa, corre mucho por la sencilla razón de que correr es no pensar, y del mismo modo que a Guti no le hacía falta correr (el cuerpo es un bulto, lo que trabaja es la vista), al intranquilo de hoy le hace falta correr y distraerse con cualquier gilipollez porque lo contrario supondría plantearse cosas. Y plantearse cosas puede llegar a ser muy chungo ya que la única y axiomática certeza es que todo es un puto lío. A no ser que las prisas te hayan convertido en una persona más simple que un cerrojo, en ese caso ni siquiera habría la posibilidad de preguntarse qué es lo que pasa.
En cualquier caso la cosa está jodida. Todo el puto día escuchando la palabra «crisis» y ni una sola vez ésta se refiere a la crisis espiritual, de valores. Y así nos va, claro, tan tan… Que se suicidan nueve personas al día. Casi nada.
Polución, estrés, deudas, peleas, riñas, voces… Y todo por las prisas: prisas por tener dinero, o más dinero, prisas por comprarse una casa o un coche, prisas por irse a vivir con una pareja, prisas por ascender en el puesto de trabajo… Prisas para todo salvo para lo más importante de la vida: vivirla.
El cerebro y el corazón son los dos órganos más importantes que tenemos, vamos a usar los dos, a la vez de manera conjunta si puede ser. Por norma general las personas tontas se mueven con el corazón olvidándose del cerebro, y las personas listas por el cerebro, olvidándose del corazón. Así, los tontos suelen ser más sentimentales, más calientes y, por el contrario, los listos más fríos, más calculadores.
Si fuéramos capaces de usar de manera conjuntada, sin supedir el uno al otro, esos dos órganos, todo lo veríamos mucho más claro, más sencillo. Nos tomaríamos las cosas con más filosofía, con más relajación, con más prudencia, como los sabios.
Chico, acepta tu derrota y madura, mostrarte roto y débil ante ella no ayuda. Eres joven y hay más tías que ollas, no tengas prisa por encontrar una. Hasta que no seas capaz de estar solo no serás capaz de tener pareja.
Chica, no seas pesada, enseñar tus cartas, mostrarte posesiva no sirve para que no te lo quiten, sólo sirve para que él se vaya solo. Hay tiempo para todo, si no se puede quedar un día no pasa nada, hay más días que ollas.
Chicos y chicas, «al impaciente se le olvida la miel del presente». Vamos a sentarnos, a tumbarnos, a relajarnos, a abstraernos de una sociedad febril y vamos a disfrutar el día a día, hagamos lo que hagamos.
Vendrán tiempos mejores y peores, sí, pero la diferencia entre una persona inteligente y una persona no inteligente es que la primera sabe que hasta de los peores momentos, de las peores situaciones, se puede extraer algo bueno, algo que merezca la pena. Aunque siento deciros que no fue él quien inventó esa frase, sí tiene razón Lechowski cuando dice que «para ver el arco iris has de soportar la lluvia». Es así de simple, para estar feliz antes hay que estar triste. Y estar feliz no se consigue caminando por la eterna vereda de las prisas, sino tirando de filosofía, cerebro, corazón, actitud, etc.
Tira tu maldito reloj a la lumbre, apaga el móvil una semana y desconecta la tele del enchufe, te prometo que se pueden hacer las tres cosas, incluso si eres valiente en un mismo día. Si lo haces probablemente me encuentres cualquier día a destiempo en un bar cambiando el mundo sin que el reloj clave sus malditas agujas. Si en caso contrario «te salvas»… Suerte. Ya iré a llevarte un paquete de cigarros a la cárcel o al manicomio. Y recuerda: cuando eso ocurra no olvides esbozar tu mejor sonrisa, guapo.