Cualquier cambio dentro de este marco político-institucional es imposible por eso la lucha hoy más que nunca está en la calle; en los piquetes, en las asambleas, en los barrios, en las facultades, en las fábricas, en los sindicatos, en las plataformas contra los deshaucios y, en resumen, donde están los recortados. En todos lados, vaya. Las derrotas electorales siempre se producen después de las derrotas sociales.
Hoy el PP obtendría el 31,8% de los votos (perdería el 12,8%), el PSOE el 22,9% (perdería el 5,8%) e IU el 12,9% (ganaría 6%).
El bipartidismo perdería el 18,6% de los votos respecto a 2011 y el 29,11% de los votos respecto a 2008.