Puede parecer mentira, pero ha sido hoy cuando se ha presentado un preacuerdo formal entre PSOE e IU para un futuro gobierno en Andalucía, a refrendar por los militantes de izquierdas el 24 de abril. Digo que parece mentira porque se han vertido ríos de tinta y se han desgañitado muchas gargantas opinando sobre si sí o si no, sin ni siquiera conocer el contenido programático de dicho acuerdo. Primera derrota, originada, principal pero no exclusivamente, por la inmensa mayoría de dirigentes que han mostrado su apoyo sin cortapisas al acuerdo de gobierno con el PSOE.
IU es una organización plural en donde se articulan distintas fuerzas de la izquierda, siempre dentro de un marco anticapitalista tal y como definen sus estatutos y sus documentos aprobados sobre Refundación y demás. El principal partido dentro de IU es el PCE, partido que se define como marxista-revolucionario. Son los dirigentes de este partido los que me preocupan y a los que va dirigido, aunque no exclusivamente, este artículo y el anterior.
Ni revolución permanente ni socialismo en un solo país: crisis permanente
La principal crisis de IU y de la izquierda en general es ideológica. Militantes e incluso dirigentes carecen de ideología y de teoría política, algo contradictorio con la propia definición de militante de izquierdas, pues la primera e indispensable tarea de éste es estudiar. Hacer un correcto análisis de la situación: de la teoría a la praxis y viceversa, de lo concreto a lo abstracto y viceversa. Un marxsita que no utiliza las herramientas del marxismo como bien pueden ser el método dialéctico o el materialismo histórico, por decir dos, difícilmente podrá dar la talla en un contexto de hegemonía cultural, política, económica y social del neoliberalismo. Aunque encabece cien manifiestaciones con una pegatina de la hoz y el martillo en el lado izquierdo de su pecho.
Son incontables las consecuencias negativas de esta crisis ideológica; desde lo general como es que la izquierda no proyecta perspectiva de alternativa, no es capaz de explicar que un recorte, un rescate a la banca o la criminalización mediática de Argentina es ideología; a lo concreto como es ver a dirigentes haciendo análisis totalmente idealistas, subjetivos, carentes de base científica y materialista en plan “los andaluces han decidido que están hartos del bipartidismo”. Este tipo de afirmaciones como la autocomplacencia en general están muy bien en determinados momentos, pero recordad, camaradas, que el comunismo es un movimiento real. Y la realidad es que entre PP y PSOE suman más de tres millones de votos e IU no llega al medio millón.
Complejos
Los medios de comunicación actuales aprendieron mucho de Goebbels y de aquello de una mentira repetida mil veces se convierte en una gran verdad. Lo hacen constantemente, con las guerras imperialistas, con el mercado como Dios magnánimo, con la competitividad como Santísima Trinidad, etc. pero también con nosotros. Resulta curioso que cuando se trata de un tema ajeno despreciamos o, en el mejor de los casos, desconfiamos de los medios, en cambio cuando se trata de nosotros sí les hacemos caso y es ahí donde nos entran los miedos, nos tiemblan las convicciones y cedemos ante el chantaje mediático.
Uno de los éxitos de los medios de comunicación es recabar toda la responsabilidad en IU allá donde ésta tiene margen de maniobra. En Extremadura no perdió el PSOE debido a sus redes de clientelismo, su enchufismo, su corrupción y sus políticas de derechas, no; fue IU quien le dió el gobierno al PP. La peor de las derrotas es asumir los conceptos del enemigo, y eso es lo que hacen ciertos dirigentes cuando se ven en la obligación política y moral de sacrificarse en nombre del pueblo andaluz. Escuchamos consignas como “los andaluces no nos lo perdonarían”, “Andalucía nos necesita” o “salvemos a Andalucía de los recortes”.
Sin embargo, sólo el pueblo se salvará a sí mismo. Esto vale para decir que si nosotros gobernáramos España tendríamos un pueblo en la calle preparado para decirle que no a los dictámenes europeos, pero también vale para no tener que cargar con las responsabilidades de PP y PSOE y de los votantes de éstos. La política es una correlación de fuerzas. Nosotros no tenemos ni la mitad de la fuerza suficiente para salvar a nadie, aunque quisiéramos no podríamos por la correlación concreta en el Parlamento Andaluz y por el estrechísimo margen de maniobra de dicha institución. La izquierda no puede “venderse” (o pactar con el diablo) por unas migajas como si fuera el pobre Lázaro ante el rico epulón socialista. No al menos una izquierda que dice ser transformadora y en su seno yace, principalmente, el ideario marxista.
Hacer lo mejor para Andalucía
A esta premisa se aferran los defensores del pacto de gobierno. Es falaz y nos lleva a caer en lo estrictamente inmediato, es decir, nos lleva a reducir nuestra lucha por la emancipación a un par de décimas porcentuales en un Presupuesto. Esta premisa es un claro ejemplo del pensamiento hermano del economicismo: el cortoplacismo, ambos estrictamente anti-marxistas. Lo meramente inmediato nos lleva a la ruina, nos lleva a las limosnas y nos lleva a la destrucción de nuestro proyecto que es más de futuro que de presente; ya saben, aquello de abrir una brecha en el Pensamiento Único y sembrar la semilla de la esperanza.
¿Lo mejor para Andalucía es pan para hoy y hambre para mañana? ¿Qué es lo mejor para Andalucía? Todos coincidiremos en que lo mejor es que sobre ella no se cometan políticas neoliberales. Para ésto hay que construir alternativa mientras, paralelamente, se destruye neoliberalismo, es decir a los partidos neoliberales como son, con matices, PP y PSOE. Se construye alternativa organizando un frente común de una izquierda alternativa y soberana que sea capaz de construir hegemonía en la mayoría social andaluza. Se destruye neoliberalismo debilitando a sus dos facciones hasta que, convalecientes, podamos derribarlas sin que se produzca un efecto boomerang que acabe yendo contra nosotros.
Aún defendiendo el discurso de las dos orillas se debe decir que PP y PSOE no son lo mismo. Sabemos de la crudeza de los Presupuestos Generales del Estados y de los planes del PP para con Andalucía y el resto del Estado. Que gobernaran Andalucía sería lo peor que le podría pasar a esta tierra. Ahora bien, no es mucho mejor tener a nuestra tierra maniatada con migajas y con el miedo a algo peor. El resultado de las elecciones del pasado marzo se pueden resumir, a pesar de los pesares, en un “Ay Virgencita, déjame como estoy”, aunque más de uno crea que “ha llegado la hora de mojarse” porque “el pueblo andaluz ha decidido que no quiere políticas de derechas”.
Lo peor que le puede pasar a la clase trabajadora, sea andaluza o kiribatiana, es estar desarmada ideológica, política y organitivamente.
Hacer lo mejor para IU
Algunos dirigentes sólo apuntan en sus análisis que se debe hacer lo que ellos consideran lo mejor para Andalucía. Se olvidan, primero, que pertenecen a una organización política con más de 20 años de historia y, muchos de ellos, a un partido con casi un siglo de aciertos y errores, y que por tanto deben mirar, aunque sólo sea por cumplir, por el futuro de ambas organizaciones. Se olvidan, también, de que no se puede realizar una dicotomía entre lo mejor para una clase trabajadora y lo mejor para su organización. Es decir, se olvidan de que lo mejor para Andalucía está estrechamente ligado con lo mejor para IU, por aquello del proyecto futuro-cercano de alternativa frente al neoliberalismo.
Hasta aquí todo son diatribas y divagaciones, agua de borrajas si no somos capaces de sostener nuestro discurso con argumentos y datos medianamente sólidos. Cabe preguntarse: ¿están garantizando nuestros dirigentes lo mejor para nuestra organización y, consiguientemente, para el futuro de Andalucía?
De qué nos sirven los pactos (que no alianzas) con el diablo
Llueve sobre mojado cuando decimos que IU crece cuando “radicaliza” su discurso y se despega del PSOE (otra cosa es que llegado el momento no sepa administrar su crecimiento). Esto es algo irrebatible, irrefutable, incuestionable aunque al PSOE y a sectores dentro de la propia IU le duelan. Lo siento por ellos pero hay cosas que aguantan el pedregoso paso del tiempo y de la historia.
Un pacto no es una alianza, puede ser algo temporal que sirva para fortalecernos y debilitar al compañero de turno. Los comunistas luchamos por tomar el poder, esto implica mojarse, tomar decisiones. También huimos del sectarismo, del izquierdismo y, aunque tenemos un cierto desprecio por el institucionalismo burgués, no tenemos ningún problema en asumir tareas de gobierno cuando es preciso. Todos sabemos de experiencias buenas en pueblos donde la realidad de los propios partidos y del pueblo en concreto son complejas y más particulares. Dicho esto, ¿podemos sacar una conclusión positiva en general de los pactos con el diablo más allá de experiencias concretas en ciertos pueblos? No, y quien diga lo contrario miente o es un rufián.
A continuación me permito mostrar parte de un análisis realizado por Daniel Mari Ripa titulado La estaca: ¿debilitar o derribar? En el que analiza el papel de la izquierda transformadora (o al menos a la izquierda del PSOE) en el gobierno con el social-liberalismo. Son conclusiones muy generales, ya nos imaginamos que nuestros compañeros conseguirían desarrollar algunas políticas positivas, pero cabe preguntarse dos cuestiones: ¿vale la pena? ¿nuestros votantes evalúan hechos o buenas intenciones?
“Cambiando el mundo desde el Gobierno: gestionando el neoliberalismo
Los gobiernos de coalición con el social-liberalismo, gestionando el sistema desde dentro, mayoritariamente han debilitado a la izquierda, electoral y socialmente. En las elecciones de 2011, la subida de las organizaciones políticas de izquierda transformadora es mayor allí donde se encuentran fuera de gobiernos y su presencia frena esa tendencia al alza. Obviamente, también existen descensos electorales al encontrarse la izquierda en la oposición (especialmente en las primeras épocas de los gobiernos social-liberales), aunque su base social no se verá tan afectada. Veamos varios ejemplos.
Esquerra Republicana (ERC), un partido catalán independentista y, cada vez menos, socialdemócrata, puso fin a décadas de gobierno de la derecha catalanista (CiU) aupando en 2003 al PSC por primera vez al Gobierno de la Generalitat, conformando, junto a ICV, un tripartito de izquierda “plural”. Había logrado sus mejores resultados desde la II República. Tanto ERC como ICV, 7 años después, habían desgastado su base social y electoral, siendo incapaces de recoger parte del descontento que Montilla y Zapatero generaban. ERC, después de obtener 544.324 votos en 2003 (16,5%, 23 diputadxs), en 2006 perdió más de 130.000 (de 16,5% a 14,05%), tendencia que se tornó en traumática en 2010, con sus peores resultados en más de dos décadas (218.046 votos, 6,95%, 10 diputadxs). Más grave, fruto de su acuerdo de gobierno, sufrió una desconexión con su base social –independentista– y padeció dos escisiones (la de Reagrupament y la del líder de la corriente interna Esquerra Independentista –Uriel Bertrán– hacia Solidaritat Catalana per la Independencia). En las elecciones municipales de 2011 ha mantenido a duras penas presencia en el Ayuntamiento de Barcelona –aliándose con la derecha de Democracia Catalana de Laporta–, quedándose fuera de Tarragona, Lleida y Girona (aquí barrida por las Candidaturas de Unitat Popular).
Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) –en coalición con Esquerra Unida i Alternativa– incrementó el número de votos tras su primera legislatura del gobierno tripartito. Como parte de su segundo acuerdo de gobierno, gestionó la Consellería de Interior, envuelta en varias polémicas por la actuación de los Mossos d’Esquadra ante activistas de izquierdas y movilizaciones estudiantiles. El resultado en las elecciones al Parlament de 2010 (7,39 % y 10 diputadxs) fue el retroceso electoral a niveles inferiores a los de 2006 (9,56 % y 12 diputadxs), pero superiores a los de 2003 (7,28% y 9 diputadxs). La caída menos pronunciada –electoralmente hablando– que la de Esquerra, podría explicarse por “el cariño” de los medios y del PSC para diferenciar entre una izquierda “buena” (ICV) y otra“mala” (ERC), que se encontraba más abiertamente compitiendo con el partido social-liberal. Y es que habitualmente la prensa social-liberal y conservadora no está “en tregua” cuando hay acuerdos de gobierno. En cualquier caso, es justo admitir que la caída de ICV y ERC no es nada comparada con la que el PSC-PSOE sufrió en 2010 (de 31,16% y 42 diputados en 2003, a 18,32% y 28 diputados en 2003).
Chunta Aragonesista (CHA) es un partido nacionalista aragonés socialdemócrata que apuesta por un Estado federal plurinacional. Entre 2003 y 2007, tras alcanzar un 15% de los votos, y tras 5 elecciones consecutivas en ascenso, comenzó a gobernar el Ayuntamiento de Zaragoza junto al PSOE de Belloch. Tras el acoso mediático de la prensa conservadora; de sufrir una oleada de conflictos internos (expulsión de sus juventudes, Chobenalla; salida de sus dos sectores críticos internos) y perder legitimidad social al gestionar la política urbanística especulativa derivada de la EXPO 2008, las elecciones de 2007 significaron la mayor caída de su historia (de un 15% a un 9% en Zaragoza y de 9 a 4 diputados en las Cortes de Aragón). Estas tensiones provocaron una desconexión entre su base social y sus gestores institucionales de la que hasta la fecha aún no se ha recuperado.
En Asturies, la coalición Izquierda Xunida-Bloque por Asturies (con Los Verdes, a partir de 2007), empujada por un notable crecimiento electoral en 2003 (de 3 a 4 diputadxs) conformó una coalición con el PSOE. Sufrieron diversos conflictos internos debido a críticas ante su gestión de gobierno (saldados con la salida del sector mayoritario del Partido Comunista de Asturias, que se presentó en Oviedo bajo el nombre de ASCIZ), o ante su postura medioambiental o de represión a sindicalistas. Así pasó de 68.360 votos (11,31%) en 2003 a 58.114 votos (9,93%) en 2007, además de desmantelar su capacidad de movilización y presión social. Su tendencia a la baja ha sido parcialmente contrarrestada por el giro neoliberal del PSOE, manteniendo sus 4 diputadxs en 2011 (61.513 votos, 10,3%), pero obteniendo casi 20.000 votos menos a nivel autonómico que municipal (80.121 votos, 13,38%).
El Bloque Nacionalista Galego en Galiza o el Partit Socialista de Mallorca (PSM-Entesa Nacionalista) –ambos, socialdemocracia nacionalista; los segundos también ecosocialistas– no tuvieron mejores resultados. Los primeros, tras varias experiencias dolorosas junto al PSOE-PSG a nivel municipal finalizaron su coalición en el Gobierno gallego con una caída de un 1,5% y 1 diputadx (del 18,7 al 16,28%; y de 13 a 12 diputadxs). En las elecciones municipales, redujeron su presencia en las 4 provincias gallegas. Sufrieron un varapalo en las grandes ciudades donde apoyaron gobiernos del PSOE-PSG (Vigo, Ourense, Santiago, A Coruña o Lugo), y subieron notablemente donde habían sido respaldados a la alcaldía por éstos (Pontevedra). El PSM-Entesa Nacionalista conformó gobierno en 1999 con el PSOE balear tras obtener el 11,7% y 5 diputadxs, en un Pacto de Progres formado junto a Els Verds de les Illes Balears-Izquierda Unida (5,5% de los votos). 4 años más tarde, en 2003, el PSOE había aumentado un 1,4% y 1 diputadx. Sin embargo, el PSM-Entesa Nacionalista bajó hasta el 7,9%, perdiendo 1 diputadx, y Els Verds-IU descendió hasta un 4,9%.”
Hemos perdido otra batalla más, y ya van..
Independientemente del resultado del referéndum a las bases y del acuerdo al que se llegue con el PSOE, hemos vuelto a perder. Y por paliza. Hemos (estamos) dado una imagen espantosa que bien la podrían haber protagonizado los políticos del PP o del PSOE. Los militantes se han sentido agraviados, insultados, y tendrá que pasar mucho tiempo, en el mejor de lo casos, para que vuelvan a recuperar la confianza en su organización y sus digerentes. Jugamos en desventaja pero no tenemos la cintura necesaria y no estamos a la altura de las circunstancias. No creo que sea mucho pedirle a un dirigente que, en vez de hablar de acuerdo hable de preacuerdo y haga especial hincapié en que IU es una organización democrática y que sus militantes tienen todo el derecho del mundo a derribar ese castillo de naipes compuesto por la supuesta estabilidad de Andalucía entre otras perogrulladas.
A pesar de todo y aunque resulta casi imposible, lo primordial ahora es mantener la calma y no caer en la trampa en la que han caído nuestros propios dirigentes, no tenemos que servirnos a nosotros mismos como carne de cañón en bandeja de plata. No hay que irritarse, no hay que soltar arengas de las cuales nos podamos arrepentir, hay que tener inteligencia política. Debates internos. Tacto. Mano izquierda. Sosiego. Todas estas cosas son compatibles con el hecho de, por ejemplo, ir a la sede provincial y decir a los allí presentes: “Si nos vendéis os quedáis sin tontos que os peguen los carteles”. Pero siempre argumentando y razonando la posición de cada uno para convencer a los demás.
Mi posición sigue siendo la de apoyar la investidura de Griñán a cambio de unos puntos programáticos y pasar automáticamente a la oposición. Creo que es lo más coherente y creo que es lo que nos refuerza más como organización alternativa y, consiguientemente, creo que es lo mejor para el futuro de una Andalucía libre de neoliberalismo. No creo que sea la opción más fácil, como apunta algún dirigente, al revés: creo que es la más difícil por, entre otras cosas, la presión mediática a la que tanto tememos. Pero es susto y no muerte como el resto de opciones. Porque la muerte lenta del que bebe cicuta y perece con la sonrisa en la boca sigue siendo muerte aunque sea “dulce”.
2 Comments
Rodaimos
18/04/2012 at 22:14No me gusta poner comentarios demasiado largos, así voy a ir al grano y te voy a exponer mi opinión sobre este artículo por puntos:
– Es falsa tu afirmación de "la inmensa mayoría de dirigentes que han mostrado su apoyo sin cortapisas al acuerdo de gobierno con el PSOE" . Yo he oído muchas más voces desde IU a favor de llegar a un acuerdo parlamentario, que no a favor de formar gobierno. Te puedo citar, que al día siguiente de las elecciones ya se estaban pronunciando a favor de un pacto parlamentario Julio Anguita y Alberto Garzón. Y por otro lado Sánchez Gordillo se ha pronunciado desde el principio por no acordar absolutamente nada con el PSOE y dejar gobernar al PP.
– Es falso que en el PCE sufrimos de una "carencia de ideología". Somos marxistas y anticapitalistas, ¿te parece eso poco ideológico?
– Cuando llegas a la argumentación importante: explicar porque IU debería tomar una u otra decisión, entonces aludes a una metáfora: "La izquierda no puede “venderse” (o pactar con el diablo) por unas migajas como si fuera el pobre Lázaro ante el rico epulón socialista". De esa forma evitas argumentar porqué esta o aquella opción es mejor o peor.
– Es falso que los defensores del pacto de gobierno aludan a la premisa de "Hacer lo mejor para Andalucía". Eso es una falacia del "hombre de paja". Te estás inventando los argumentos de los defensores del pacto de gobierno. Si te refieres a una persona concreta, entonces di que lo dijo esa persona, y cuando. Y tu afirmación final en este apartado de "Lo peor que le puede pasar a la clase trabajadora, sea andaluza o kiribatiana, es estar desarmada ideológica, política y organitivamente.", no tiene nada que ver con pacto o no pacto.
– Precisamente muchos de los que hemos defendido un posible pacto de gobierno en las asambleas, hemos pensado en lo mejor para IU y sus votantes, exponiendo los pros y los contras de cada opción. En este caso estás usando un "argumento ad hominem", muy bien disfrazado, ya que estás afirmando que los partidarios del pacto no estamos pensando en qué es lo mejor para IU.
– En cuanto a los ejemplos que expones, solo uno, el de Asturias, se refiere a un gobierno en el que ha participado IU. Y en ese caso explicas claramente que el problema no fue pacto sí o pacto no, sino "diversos conflictos internos".
– En cuanto a la rueda de prensa, desde IU se ha dicho claramente que se trata de un "pre acuerdo" (http://www.iuandalucia.org/iu-lv-ca-alcanza-psoe-una-base-pre-acuerdo-programatico-andalucia). Por lo tanto yo no me siento ni agraviado, ni insultado, ni he perdido la confianza en la organización como tú afirmas. Habla por ti en todo caso, que habrás leído la manipulación interesada de algún medio de comunicación.
– Y por último, cuando por fin tienes que argumentar de nuevo tu postura, aludes otra vez a una metáfora: "Porque la muerte lenta del que bebe cicuta y perece con la sonrisa en la boca sigue siendo muerte aunque sea “dulce”". Pero las metáforas no sirven como argumento. Si tu crees que apoyar la investidura de Griñán y pasar a la oposición es lo más coherente, yo creo que es un error. Y dado que no explicas el por qué crees que es así, pues nuestras dos "creencias" serán igual de válidas.
En definitiva, utilizas tantas falacias y falsedades en este artículo, que la argumentación se cae por si sola.
Rodaimos
18/04/2012 at 22:45Perdón, no había visto que esto era continuación de un artículo anterior ( http://cincuentaytresdias.blogspot.com.es/2012/04/que-hacer-en-andalucia.html), así que retiro lo de que no argumentas el porqué de tu postura, con respecto a qué debería hacer IU. Pero lo demás lo mantengo.