Los deshaucios crecen un 134% en 2012 en un país en el que hay seis millones de viviendas vacías. A cada deshaucio, cada suicidio, paletadas de silencio. Si son capaces de anularnos hasta el punto en que estos asesinatos son normalizados y son asumidos por la población, significa que todo está perdido; significa que aparte de la empatía y la solidaridad habremos perdido la razón, el juicio. Un pueblo consciente es capaz de todo, un rebaño de personas es capaz de aguantar todo tipo de humillaciones sin rebelarse.